Es fascinante como parece que realmente existen las coincidencias y que pueden ser mas que solo paradojas del ordenamiento universal. No sabría expresarlo con gracia, no sé mucho del tema.
Anoche me di cuenta de unas cosas sentada en el helado piso del balcón del estudio. Pensé que no soy tan buena dibujando como creo, o hago creer, pero que soy lo suficientemente videosa como para sacar más que solo conejos de las mangas y cartas del sombrero. Tenía mucho frío, el pelo como de niño y muchas ganas de un cambio. Note también que, como yo y otro municipio y otra ciudad ademas, la luna estaba por el piso. Y que hay cosas que extraño y no he conocido nunca. Que me haría muchisima falta que dejara de decirme que soy un copo de nieve, o dejara de llamarme por la noche para asegurarse de que dormiré bien. Ah, si. Recuerdo haber caido en cuenta de desear cosas que no existen y son solo el producto de idilios ajenos, forzados e intermitentes. Y aun peor, admitir que me cuesta dejar atras una relación - de cualquier tipo - porque no quiero darme la vuelta sabiendo que no va a haber nadie.
Si hay algo falso en la vida...en la noche, más que falso es inexistente.
martes, 27 de octubre de 2009
Softer Than Shadow
Suena un bip, dos, tres veces en la oscuridad débil y anaranjada. Se mueve con ansiedad e inquietud, mira la hora, se muerde las uñas, contestan:
- Aló?
Cuelga con brusquedad. Camina un poco para que le pase el tiempo. Mira alrededor, la hora, el pasto seco que se sale de las grietas del andén, la luna nublada, el poste del teléfono marcado con años de vandalismo y caprichos efímeros, por un equipo o una persona. Se acerca con decisión y marca el número que casi se le ha borrado del dorso de la mano izquierda luego de meter la última moneda que le queda, accionando el mecanismo que nuevamente da inicio al monótono bip, dos, tres, cuatro...
- Gabriel? - contestan de golpe
- Ah,..eh...si, si,...Lorena?
- Obvio - dice arrastrando las palabras. Él se siente un idiota. Ella no quiere esperar a que diga nada - Qué hace llamando a esta hora?
- Si llamo de día me dicen que no estas.
- Ya - No dijo más - Y quién le dio el número?
- Eh..
- Fue Alejandro, no?
- Yo...
- Vea, Gabriel, deje de joderse la vida; no me busque más, y de paso dígale a Alejandro que no sea tan sapo - Tac. Un bip largo.
Gabriel cuelga el auricular y se queda parado frente al teléfono sintiendo los miembros pesados y los ojos ardidos. Se sentó en el andén a decir el nombre de Lorena hasta que le supo a tierra y luego se fue a su casa.
- Aló?
Cuelga con brusquedad. Camina un poco para que le pase el tiempo. Mira alrededor, la hora, el pasto seco que se sale de las grietas del andén, la luna nublada, el poste del teléfono marcado con años de vandalismo y caprichos efímeros, por un equipo o una persona. Se acerca con decisión y marca el número que casi se le ha borrado del dorso de la mano izquierda luego de meter la última moneda que le queda, accionando el mecanismo que nuevamente da inicio al monótono bip, dos, tres, cuatro...
- Gabriel? - contestan de golpe
- Ah,..eh...si, si,...Lorena?
- Obvio - dice arrastrando las palabras. Él se siente un idiota. Ella no quiere esperar a que diga nada - Qué hace llamando a esta hora?
- Si llamo de día me dicen que no estas.
- Ya - No dijo más - Y quién le dio el número?
- Eh..
- Fue Alejandro, no?
- Yo...
- Vea, Gabriel, deje de joderse la vida; no me busque más, y de paso dígale a Alejandro que no sea tan sapo - Tac. Un bip largo.
Gabriel cuelga el auricular y se queda parado frente al teléfono sintiendo los miembros pesados y los ojos ardidos. Se sentó en el andén a decir el nombre de Lorena hasta que le supo a tierra y luego se fue a su casa.
lunes, 26 de octubre de 2009
Fluorescente
Seguramente te ha pasado que sospechas que todas las conspiraciones del universo, y todas las formas de las nubes y las ondas del agua, las ventanas, los techos constelados, los acordes y punteos, te observan y caminas con el mentón alto para dejar que te vean hastadentro porque ya no hay nada que no quieras mostrar, porque sabes que mereces ser visto, porque simple y sencillamente es el día en que marcas la diferencia.
Si, seguramente.
sábado, 24 de octubre de 2009
Se van tus manos sobre mi mirada
Quiero hablarte, para pensar tus ideas y darte a pensar las mías; desbordar palabras para meterte en todos los rincones de mi día, delinear la idea que habrás de seguir con la mirada ausente, mirada que luego podría o no tropezar con mis muchas ganas de reírme de tu concentración, de la pura alegría de que exista ese instante, con una de esas sonrisas que no entiendes;
Entonces insistirías en preguntas de reacciones desiertas, y te observo mientras discurres y discutes hablando tan preocupado por comprender.
Quiero que entiendas que mi sonrisa es por ti. Entiende y no te preocupes porque la única explicación que puedo articular con los labios te la doy cuando están fundiéndose en una quemadura leve, de segundo, tercer o primer grado con los tuyos. Si hay o no que ponerle nombre a las cosas, no te preocupes. Y si aun no quedaras satisfecho y te dijera que amo la curiosa manera en que tu cuerpo y mi cuerpo se conocen, que amo como tus ojos me penetran con un vaho de ternura y porvenir, que te amo con los seis sentidos, y que por eso sonrío, sonríe; Porque si descifras todo, nada tiene gracia. Porque en realidad no hay nada que entender.
Tengamos ahora una discusión sobre el amor. Sobre este mundo tan ancho y tan ajeno. Sus tejidos musicales y colores alados. Sus habitantes y la fugacidad. Las cosas aparentemente insignificantes pero naturalmente hermosas. Los hechos desapercibidamente obvios y viceversa.
Entonces insistirías en preguntas de reacciones desiertas, y te observo mientras discurres y discutes hablando tan preocupado por comprender.
Quiero que entiendas que mi sonrisa es por ti. Entiende y no te preocupes porque la única explicación que puedo articular con los labios te la doy cuando están fundiéndose en una quemadura leve, de segundo, tercer o primer grado con los tuyos. Si hay o no que ponerle nombre a las cosas, no te preocupes. Y si aun no quedaras satisfecho y te dijera que amo la curiosa manera en que tu cuerpo y mi cuerpo se conocen, que amo como tus ojos me penetran con un vaho de ternura y porvenir, que te amo con los seis sentidos, y que por eso sonrío, sonríe; Porque si descifras todo, nada tiene gracia. Porque en realidad no hay nada que entender.
Tengamos ahora una discusión sobre el amor. Sobre este mundo tan ancho y tan ajeno. Sus tejidos musicales y colores alados. Sus habitantes y la fugacidad. Las cosas aparentemente insignificantes pero naturalmente hermosas. Los hechos desapercibidamente obvios y viceversa.
Háblame que quiero perderme en tu voz
y regocijarme en los productos de nuestras reflexiones.
martes, 13 de octubre de 2009
Insomnio
No puedo evitar notar que aquí ya estuve antes; entre colores deliciosos, andando en círculos sobre una música que tararea solo una oportuna melancolía, con la piel fría y la promesa ajena de dormir con una sonrisa.
Aquí sueño que sueño con deidades de piel inmadura y brazos múltiples, capaces de caricias exageradas y mamarrachos celestes.
Aquí recordé, en una fracción deformada, estirada, superpuesta de segundo, como es que se encienden los ojos y retumba en el claro de luna una carcajada nubla al ritmo de mi corazón que sospecho taquicárdico. . .
Aquí sueño que sueño con deidades de piel inmadura y brazos múltiples, capaces de caricias exageradas y mamarrachos celestes.
Aquí recordé, en una fracción deformada, estirada, superpuesta de segundo, como es que se encienden los ojos y retumba en el claro de luna una carcajada nubla al ritmo de mi corazón que sospecho taquicárdico. . .
Me gusta estar aquí.
sábado, 3 de octubre de 2009
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